Mont-Saint-Michel es una ciudad conocida por su isla fortificada en Francia, que fue gobernada por sacerdotes y monjes católicos. Es una gran atracción turística. Su cumbre está ocupada por la abadía de Mont-Saint-Michel, un lugar de peregrinación desde la Alta Edad Media. La arquitectura de Mont-Saint-Michel y su bahía lo convierten en el sitio turístico más visitado de Normandía y el tercero en Francia (después de Île-de-France) con más de 3,000,000 de visitantes cada año (3,250,000 en 2006). Una estatua de San Miguel en la parte superior de la iglesia de la abadía se eleva 170 metros sobre la orilla. Elemento principal, la abadía y sus dependencias están clasificadas como monumentos históricos por la lista de 1862 (otras 60 construcciones se protegen a partir de entonces); La ciudad y la bahía aparecen desde 1979 en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.