Fontainebleau es un castillo único: muy grande, construido y reconstruido en diferentes épocas, es un verdadero mosaico de estilos arquitectónicos y diferentes épocas que han marcado profundamente la historia de Francia. Caminar por el castillo es como caminar hacia un conjunto de cápsulas del tiempo, cada una de las cuales representa una cierta era, conectadas a un individuo históricamente significativo, la mayor parte de la historia francesa condensada en un solo sitio. Además, el bosque y los jardines son dignos de admiración por derecho propio.